El 15 de mayo de 2011, la ciudadanía española fue llamada
a tomar las calles para expresar el rechazo al actual dominio financiero por
encima del ser humano. Bajo el lema “No somos mercancía en manos de políticos y
banqueros” se estima salieron a la calle 130.000 personas. Democracia Real Ya!
(DRY, en adelante) era la Plataforma impulsora de esta movilización, apoyada
por otras plataformas como ATTAC, Anonymous, o Juventud Sin Futuro, entre otras.
El manifiesto que congregó
a tal número de personas invitaba a sumarse a todo el mundo, independientemente
de su ideología política o religiosa, al margen de su sexo, su situación
laboral, familiar o personal. El nexo de unión se resumía en
“todos estamos preocupados e indignados por el panorama político, económico y
social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos,
empresarios, banqueros… Por la indefensión del ciudadano de a pie […] Esta
situación nos hace daño a todos diariamente. Pero si todos nos unimos, podemos
cambiarla. Es hora de ponerse en movimiento, hora de construir entre todos una
sociedad mejor”.
Los acontecimientos posteriores, no previstos por los
convocantes, dieron paso a una nueva forma de protesta más impactante aún: las
acampadas. La misma noche del domingo 15, en Madrid, un pequeño grupo acampa en
la puerta del Sol. El lunes continúa, y en la tarde va creciendo. Deciden
mantenerse ahí una noche.
El punto de inflexión lo pone la orden gubernamental de desalojo del grupo acampado del lunes al martes. La tarde del martes, sin embargo, muestra un cambio radical, más de 6000 personas se concentran en La Puerta del Sol y ésta se convierte en el icono del cambio y en la base de estas protestas.
El punto de inflexión lo pone la orden gubernamental de desalojo del grupo acampado del lunes al martes. La tarde del martes, sin embargo, muestra un cambio radical, más de 6000 personas se concentran en La Puerta del Sol y ésta se convierte en el icono del cambio y en la base de estas protestas.
La movilización se articuló a través de redes sociales
como #acampadasol o #acampadabcn, se acampa en más de 30 localidades españolas.
Una de las cosas más llamativas de este movimiento
social, que no se identifica con ninguna ideología, partido político o
sindicato, es que tiene una estructura horizontal, sin líderes, sin jerarquías,
donde todo el mundo aporta, donde todo el mundo se siente parte. Es una
protesta protagonizada por una nueva generación que ha entrado en la acción
colectiva por primera vez y que muy rápidamente se ha dotado de un grado de
autoorganización y creatividad admirables, demostrando así que no sólo está
criticando a la política oficial sino que está poniendo en práctica otra
política y otra forma de hacerlo.
Si hacemos un análisis de todo lo que ocurrió en Sol
durante la Acampada y ponemos especial atención a los lemas que se escribieron
en paredes y todo tipo de soportes, podemos desgranar fundamentalmente 7
mensajes capitales:
1- El movimiento 15-M marca el inicio de un tiempo nuevo
tanto político como cívico.
2- La democracia representativa ya no funciona.
3- La corrupción gangrena la vida pública
4- Los mercados, los financieros y los banqueros (sin
haber sido elegidos) son los que en realidad mandan.
5- La gente está harta del paro y del trabajo precario
6- Los y las ciudadanas deben apostar por la no-violencia
y la solidaridad.
7- La ciudadanía también ha de apostar por la lucha, la
resistencia y la ofensiva.
Las actuaciones que se han desarrollado desde mayo hasta
ahora son múltiples y variadas: manifestación el 19 de junio contra el pacto
del euro, acciones contra los desahucios y a favor de la dación en pago, puesta
en marcha de recogidas de firmas de iniciativas legislativas populares,
manifestación mundial el 15 de octubre…
Ésta última es un aspecto importante a sumar, el impacto
internacional que ha tenido este movimiento. Millones de personas de todo el
mundo están poniendo en cuestión las medidas neoliberales en un número
creciente de países. Así, actualmente, podemos encontrar el eco en Wall Street
(corazón del mundo financiero), Londres, Bruselas y un largo etcétera; como
quedó demostrado el 15 de octubre en la manifestación mundial bajo el lema
“Todos juntos por el cambio global” en la que salieron a la calle personas de
951 ciudades en 82 países.
Actualmente,
en España, todas las miradas están puestas en el posicionamiento del 15-M
respecto a las elecciones del 20-N.
DRY en su perfil de Facebook ha sido tajante en este sentido:
“A todos aquellos que
demandan que expongamos unas directrices para votar el 20N: DRY no va a sugerir
a nadie el sentido de su voto. Elegir a quién votar (o si se vota o no), ha de
ser producto de la reflexión íntima e individual. Nuestro deber como grupo de
acción ciudadana es crear pensamiento crítico. Hacer ver que existen
alternativas. E informar de que los partidos mayoritarios son en gran parte los
culpables de la dura situación económica que actualmente vivimos y del
secuestro de nuestra democracia por un régimen bipartidista. Decidir qué hacer
el 20 de noviembre, es cosa tuya”.
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