Experiencias Personales: Macarena Llanes

Salí de mi casa el primer domingo de noviembre de 1998. En el coche, mi padre y mi hermano me sermoneaban entre bromas sobre el cambio que se iba a producir en mi vida y la responsabilidad que conllevaba. Conociéndome todo sermón era poco...Yo, estaba ensimismada, con 16 años y una ciudad ante mí que se me antojaba enorme sólo podía pensar en La LIBERTAD. Cuando llegué me incorporé en COU y al año siguiente me matriculé en Ciencias Empresariales. Allí no me fue bien, había escogido esa carrera porque tenía salidas, era corta, pero no porque me gustara y ese es un gran error. Cuantas más asignaturas aprobaba menos me gustaba y tampoco me gustaban las salidas profesionales ni la filosofía de la profesión ni nada de nada y, aunque hoy en día reconozco que aprendí muchas cosas que me son muy útiles para mi vida cotidiana, sobre todo para mis conversaciones con mi padre, aquello no era lo mío. 

            En el 2005 me matriculé en el Ciclo de Integración Social y después volví a Isla Cristina. Esos años fuera los recuerdos muy gratificantes sobre todo en el plano personal.

Al tiempo  de volver comencé a trabajar como educadora de menores y supongo que de tanto repetir a los chavales que la formación es esencial comencé a sentir la necesidad de seguir formándome y la idea de volver a la universidad me empezó a rondar la mente. El año pasado lo tenía decidido pero no me pude matricular ya que estuve un tiempo en cama. 

Este año por fin me he matriculado y aunque mi vida transcurre entre el trabajo, la facultad y mi casa, siempre a la carrera, la experiencia está siendo increíble, estudiar a la vez que trabajo en algo de la misma rama me hace sentir muy realizada ya que la facultad y el trabajo se retroalimentan y además creo q con la edad la perspectiva, la atención y el entendimiento se desarrollan y te hacen ver las cosas con otra perspectiva. A veces la segunda parte supera a la primera.