jueves, 24 de noviembre de 2011

Experiencias personales: Jose Bellerín

“Hay una gran diferencia entre desear una cosa y estar listo para recibirla . . .”

Por aquellos años yo no estaba preparado para una entrevista de trabajo en ingles, es lo que exigían en aquel momento para un puesto de trabajo de mi formación, por eso elegí ir a Londres. Voy a contar mis memorias en esa ciudad…

Decidí esta capital que desaconsejo totalmente dicho sea de paso por la enorme cantidad y mezcla de culturas, era un caos. Es evidente que como capital de país, el índice de paro es mucho menor que el resto y las posibilidades de encontrar trabajo son mayores pero las posibilidades de aprender ingles son escasas. Aconsejo quien quiera pirarse aprender ingles busquéis ciudades donde os encontréis cómodos. Por ejemplo, yo si tuviera que volver, elegiría ciudad de costa sencillamente por que es donde estoy acostumbrado a vivir.

Me acuerdo que llegue en plenos carnavales de Isla Cristina, como siempre sacrificando algo tan valioso para mi. Una vez hecho Cheking en el aeropuerto de Sevilla te puedes ir dando cuenta de lo duro que es aquello. En cuestión de horas, exactamente dos y media, (que dura el vuelo hasta llegar a la isla), pierdes tu sello, tu identidad la cual no volverás a recuperar hasta que aprendas el idioma. . .Partes de cero.

Mis primeras palabra fue Baggage, que es donde tuve que ir a recoger mi equipaje y despues llego Way out, la salida, mas tarde Can I have Got?? top Up, recargar la Oyster  I´m Looking for a Job y así fueron llegando y llegando una tras otra, reto tras reto, bar tras bar picando en la puerta  para meses después volver. . .

Lo primero que hice tras aterrizar fue buscarme un lugar donde dormir, tuve la suerte que en la casa de un íntimo amigo, Emilio Bogarín que vivía allí de hace años había un “sofá” que por la noche no lo usaba nadie, je je ,durante un mes entero esa fue mi cama, mi mesita de noche y el lugar donde me tiraba cuando todos se iban a dormir y  también donde me levantaba cuando el primero se despertaba, fueron meses muy duros porque el descanso  fue  terrorífico.

Después llegaron las clases de ingles;  LA CALLAN SCHOOL, estaba súper guay, el royo que había me gustaba mucho, en la clase lo mismo tenias un chino, que un italiano que un brasileño o hasta un Indio con todos sus enseres, era flipante la mezcla de razas, figuraos un Isleño entre tantos.

Posteriormente llegaron las clases gratis de ingles, es un paso mas dentro de la cadena de aprendizaje en la Isla. Encontramos unos amigos y yo, unas clases que las daban profesores que acababan de terminar la carrera y hacían training con nosotros, ellos nos ayudaban con su inglés y nosotros le servíamos de ayuda para perfeccionar su docencia.

Mas tarde llegó mi primer trabajo, albañil para una empresa de Jardinería, hacíamos jardines en casa de ricos, indiscutiblemente solo me querían para el trabajo duro y no para regar. Allí eres un Guiri ellos a cambio de dinero te explotan, algo que no me preocupaba personalmente, limpie enormes jardines, recogí mas basura que en mi vida recogeré, a cambio 50 libras al día. No era un pastón, pero lo suficiente para llegar el viernes y poder tener dinero para ahogar las penas en la barra de un bar, lo mejor!! Grandes Festivales, grandes conciertos, grandes noches en el fabric. . .

Fueron días duros, salir del trabajo e ir corriendo a la Callan School, pero sabia que cuanto antes aprendiera ingles antes terminaba mi estancia en la Isla. Algunos jueves estuve trabajando en una discoteca EL FABRIC LONDON haciendo delivery, era el gerente de reponer toda la bebida para el fin de semana y el administrador de colocar el stock del almacén junto con mas compañeros, allí nos pagaban en función de las horas pero normalmente ganábamos unas 70 libras.

He de decir que a diferencia de hoy día la libra era mas caro frente al Euro por tanto 1000€ españoles eran unas casi 600€ libras por lo que no pagabas las clases o el alquiler de la casa.

Pasado este mes, me dieron un cuarto en la casa, ya que un Australiano abandonaba la Isla y volvía a casa; Melbourne, lo sustituí. Empecé a mejorar mi ingles, a tener mas conversaciones y encontrar esa identidad. Al principio quedamos los viernes en el Green Man, en una perpendicular a Oxford Street, calle conocida en la ciudad por estar todas las grandes firmas de moda, Zara, Gant, Nike, tiendas de electrónica etc. Quedamos los compañeros de clase a tomar pintas y medias pintas.

Fueron etapas que guardo con muy buen recuerdo y que aconsejo a todos los que estén pensando hacer algo parecido. En casa se vive muy cómodo, pero el camino duro es el que te marca el buen camino, el que te da la experiencia y el que te hace ser algo en esta vida.


A día de hoy hago mis viajes a Londres al menos dos veces al año, encontré mi trabajo gracias al inglés, ha hecho que haga viaje a otros países como Cuba, Argentina, Suiza, Francia y así seguiré.  

1 comentario:

  1. A esta gran aportación de Jose Bellerín... le incluyo un artículo que una amiga me ha enviado.
    No sé que es lo que realmente nos mueve a irnos de nuestro país...a ver más allá de nuestra tierra y a tener ilusiones que mueven montañas. Pero el artículo de El País me ha hecho pensar...
    http://bertagusi.visibli.com/share/TRSChP

    ResponderEliminar